¿Cómo se vivía sin WC?
Hoy en día vivimos en una sociedad completamente integrada en un mundo donde los W.C. son una realidad sin el que difícilmente podemos prescindir. Sin embargo, no es hasta el siglo XIX cuando se conectó completamente al alcantarillado público ofreciendo la posibilidad a todas las viviendas de disponer de al menos un wáter para uso domiciliario, en algunas viviendas de Madrid o París, aún hay edificios con un baño por planta y no son sino una señal de esto. Pero ¿y antes? ¿Cómo se vivía son wáter?
Es famosa la frase “¡agua va!”, pero su origen y uso no son del todo exacto a como se atribuyen y es que sí es verdad que antes de la invención del wáter la gente hacía sus necesidades, mayores y menores, en orinales que más tarde eran lanzados por la ventana al famoso gripo de “¡agua va!”, aunque en otras
ocasiones se lanzaba sin previo aviso. Pero este tipo de acciones no lo eran para todos.
Los ricos disponían de retretes contiguos a sus dormitorios, los cuales daban a parar a un pozo negro o a un canal, así como en los barrios populares había letrinas comunales, mitigando un poco la imagen del “¡agua
va!”, en la que un transeúnte del siglo XVI o XVII iba esquivando heces a medida que avanzaba por cualquier calle de la ciudad.
No fue hasta 1855 que el acta de Salud Pública inglesas obligaba a construir un inodoro por vivienda, popularizándose completamente a finales de siglo. Este invento tuvo lugar en 1775 por Cummins y perfeccionado tres años más tarde por Prosse. Sin embargo, el creador del W.C. fue John Harington, que en
1597 inventó un wáter closet con válvula, el cual instalaron en el palacio de la reina Isabel I en Richmond. El invento de John Harington le valió el dudoso honor de dar el nombre coloquial a su invento, por lo que comúnmente, los ingleses van al “john” a hacer sus necesidades.